Crítica de Silvina Brandana
P.I.D.M.A. 2.03.2013
CAZUELA DE PECADOS
La inteligencia humana ha sido puesta en duda
muchas veces, sin embargo existen evidencias de que existen, buena manera de
reflexionar sobre cosas de la cotidianidad y nuestra vida, por ello está bien
tenerla presente y dejarnos guiar por la manera que tienen de decirnos las
cosas. Un muy ejemplo de ello es viendo “Cazuela
de Pecados”.
Esta obra cuenta con muchas breves historias,
que nada tienen que ver unas con otras. Como si fueran un cortometraje, inicio,
nudo y desenlace. Pero su final es abierto, el mismo lo continúas vos en tu
mente, porque tiene un sentido común todo, que es un metamensaje,
es posible darse cuenta o no, aunque relativamente, depende de varios factores;
estos breves diálogos nos introducen en el mundo del “lo dicho” y “lo
sentido”. No siempre lo dicho por el que habla (emisor) está en concordancia
con lo sentido por el que escucha (receptor), como lo muestran los ejemplos de
esta obra.
La comunicación humana no consta solamente de
palabras, sino de palabras que resuenan en el mundo de lo emocional gracias a
un proceso intermedio que los psicoanalistas llaman “simbolización”.
Acá simbolizan los pecados sociales: éxito-fracaso;
la soledad & la mala compañía; mala praxis psicológica –la necesidad de
hacer catarsis; violencia familiar- abuso de poder - ideología fascista junto a
la cosmovisión teológico-religiosa; Odio u hostilidad hacia los extranjeros:
entre otros… No perdiendo nunca la capacidad de asombrarse, de cuantos
pecados existen en tu entorno, reconociendo la influencia e identificando
muchos de ellos en nosotros mismos.
Efectivamente, vivimos en una sociedad ultra
pecadora que no puede permitirse el lujo de no redimirse cuanto antes.
_Pero ¿quién comienza con el cambio?, ¿quieren
Todos un cambio?, ¿dejará de existir el egocentrismo?; ¿valoraras las críticas,
reconocemos nuestros errores?; ¿nos conformamos con poco, nos importa el otro
como ser humano? Incurrir en lo que se considera el pecado, es casi una
tradición de la sociedad. Un pecado insaturado que predomina en la vida, aun
con buenas intenciones: La mayoría de las personas prefieren confesar los
pecados de los demás.
Una obra formidable, se podría decir que es una
comedia negra, no sé si es la dirección correcta, o a lo que apuntaba su
creador y / o actor Guillermo Farisco. Pero
al menos ese día que presencie la función, sala casi completa, el público
reaccionaba a pura risa, además de apreciar, y no teniendo dudas de la
magistrales actuaciones. Los conflictos evidencian una disfunción que funciona
como burla a las instituciones como la familia o la religión, entre otros. Pero
estos claros mensajes, al ser tan bien representados, con una fuerte estética a
lo ridículo y gracioso, hacía que preponderara la comicidad.
Las actuaciones, las entretenidas y atractivas
historias, sus contenidos abordados de manera humorística, pero a su vez con
extractos de reflexión, una presentación multimedia con un presentador muy
bueno Andrés Fraire para cada historia, con diferentes
ámbitos pero casi no consta de escenografía. Es pura personificación la que te
lleva a trasladarte a diferentes espacios.
Todos estos condimentos hacen deCazuela de Pecados al menos para mí, una
comedia con humor negro. Francamente sirve para tu bienestar emocional.
Son dos actos recomendados: reírse a carcajadas y reflexionar
sobra la sociedad y nuestros pecados.
Un placer disfrutar de tanto ingenio desplegado en
escena, cuatro protagonistas, cuatro grosos actores TODOS de la misma talla, se
chocan los talentos.¡¡ Felicitaciones Chicos!!!
Marina Caracciolo, Guillermo Farisco,
Marcela Fernández Señor y **Ese día el actor GABRIEL ASDOURIAN lo reemplazó a Lucas Solustri**
Tan bien hizo su personaje, que fue mencionado y aplaudido por el elenco y
los espectadores
Calificación:
E X C E L E N T E
Recomienda
100%: Silvina Brandana
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